Majestuoso, exuberante, casi divino… de esos árboles que se antoja abrazar, así es la ceiba, para los mayas un árbol sagrado, el eje del mundo. Se cree que sus ramas soportan los cielos y sus raíces son el puente que comunican a los vivos con el inframundo.
Uno de los más antiguos y cercanos a Isla Holbox, se encuentra en Solferino, a pocos kilómetros del puerto de Chiquilá.
La Ceiba –Yaxché en maya yucateco–, se encuentra bajo el resguardo de la familia García Canul, quienes a través de varias generaciones han logrado la conservación del árbol sagrado y alrededor de 40 especies de orquídeas y bromelias que existen en la zona.
1050 años de antigüedad, 40 metros de altura y una circunferencia equivalente al abrazo de 10 turistas a la vez caracterizan a este árbol milenario.
Al cobijo de la ceiba, decenas de turistas se dan cita para recargar energía y pedir un deseo, abrazándose a los pies de éste gigante milenario, quien ha sido testigo de más de 1000 años de historia en la península maya.
Los paseantes también aprovechan su visita al orquideario de Solferino para adquirir una hermosa flor y escuchar las leyendas que rodean a X-tabay.